Chocolate y cacao latinoamericanos en famoso salón parisino

París, 28 oct (Prensa Latina) La edición 28 del Salón del Chocolate de París abrió hoy sus puertas al gran público con un importante espacio dedicado a productores, fabricantes y comercializadores de América Latina y el Caribe.
En el recinto ferial de la Puerta de Versalles, Prensa Latina constató estands con representantes y propuestas de Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Haití, Jamaica, México, Perú, República Dominicana y Venezuela.
Variadas ofertas de la región, desde el cacao hasta productos terminados de alta calidad, como barras y bombones, buscan encantar el paladar de los franceses y atraer a socios en un evento considerado una de las principales vitrinas del chocolate y su entorno a nivel mundial.
Para el dueño de la empresa ecuatoriana Leyenda, Mauro Quishpe, el salón parisino brinda la oportunidad de extenderse en el mercado europeo.
Ya estamos en Málaga, España, y vendemos cacao, pasta y productos con una gama de 52 en total, por lo que aquí buscamos nuevos socios y tiendas interesadas en nuestro chocolate, explicó.
De acuerdo con Quishpe, se trata de la segunda participación en el evento que culminará el miércoles, al cual asisten casi 40 países de los cinco continentes, con jornadas que incluyen degustaciones, concursos, conferencias y reuniones de negocios.
También la entidad venezolana Cakawa Chocolates aspira a convencer al mercado francés, al que una de las fundadoras y socias principales, Soraya Achkar, calificó de muy exigente.
Esperamos que nuestra propuesta de la línea Bean to Bar (del Grano a la Barra) guste mucho, porque brindamos «chocolate verdadero», solo fabricado a base de cacao, manteca de cacao y azúcar, sin edulcorantes, leche y saborizantes, muy saludable y todo un súperalimento, manifestó a Prensa Latina.
Desde Costa Rica llegó al Salón del Chocolate de París la hacienda agroforestal Dos Lagunas, encabezada por Adrián Rossi, con un cacao que aseguran enamora, fruto del aporte natural de los volcanes y de la magia de los pueblos autóctonos Cabécar.
La tradición familiar anda ya por su tercera generación, muy orgullosa de su compromiso social y ambiental y dispuesta a conquistar nuevos mercados.